El hermosillense Sebastián Loustaunau Molina tiene un año que radica en Beirut, Libano, y se encontraba en la ciudad de Biblos, ubicada a 30 kilómetros de la capital libanesa, cuando ocurrió la explosión en un almacén de pirotecnia en el puerto de Beirut.
El activista de la Fundación Algo por Alguien trabaja en la ciudad de Beirut en el cuidado de niños huérfanos que perdieron a sus padres por la guerra de Siria.
Dijo que la explosión se sintió en la población en donde se encontraba quebrado ventanas de edificios del lugar, quienes al momento del incidente pensaron que se trataba de un temblor. Él y unos amigos se fueron a Beirut al departamento de Sebastián y que se localiza a dos kilómetros del epicentro de la explosión.
"Cuando nos fuimos acercando a mi departamento es cuando se empieza a ver un poco más de caos por el impacto de la onda de la explosión que arrasó varios kilómetros a la redonda de donde fue, entonces, al momento de llegar al lugar, estaban bloqueadas las calles, ambulancias, personas corriendo una escena un poco fuerte y que pensamos que esto pasa en las películas", contó.
Debido a los conflictos diplomáticos de Líbano con otros países del Medio Oriente, comentó que también pensó que eran ataques hacia el país.
El hermosillense señaló que el lugar en donde fue la explosión es un área portuaria de Beirut.
"La información que se está recorriendo es que era un barco, que estaba de resguardo, que tenía ciertas sustancias y que estaba resguardado en el puerto principal de Líbano, que es donde se reciben los barcos con mercancía, etc., ahí fue en donde tronó. Están intentando investigar cuál fue la verdadera razón que hizo detonar este material porque este material no puede detonar sin previo fuego, dicen que es muy difícil que se haya llegado como un accidente", describió.
Desde el pasado 3 de junio debió regresar a México, pero fueron cerrados los aeropuertos por la pandemia de Covid-19; una vez que se reanude los vuelos internacionales volverá a Hermosillo a reunirse con su familia.