Los carros estacionados en las banquetas, en los accesos de las cocheras y el volumen de la música alta de restaurantes-bares y en automóviles, son los problemas que sufren todos los días los vecinos de la colonia Centenario, ubicada en el primer cuadro de Hermosillo.
Unos de los residentes es Norman Alfonso Navarro Cruz quien platicó que los fines de semana son más recurrentes estas problemáticas, en especial, los autos que obstruyen los accesos de las cocheras.
"De repente llegan las familias a sus casas y está en carro atravesado en la cochera o quieren salir y no pueden salir porque está el carro atravesado", contó.
El residente comentó que estas problemáticas son reportadas a la Policía Municipal quienes llegan oportunamente atender el reporte, sin embargo, es la ciudadanía que hace caso omiso a sus obligaciones de respetar a terceros.
Hermosillo es la séptima ciudad en el México con población mayor de 18 años que experimentó conflictos o enfrentamientos con otros ciudadanos con base a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana en el tercer trimestre de 2023 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Incluso, la cabecera municipal aumentó con 45.7 por ciento los conflictos entre personas, en comparación con el 43.3 por ciento que se presentó en el segundo trimestre de este año.
Por arriba de Hermosillo se encuentra la ciudad de Azcapotzalco con 62.6 por ciento, Coayoacán con 61.8 por ciento, Gustavo A. Madero 52.6, Atizapán de Zaragoza 48 por ciento, Cuajimalpa de Morelos 47.5 por ciento y Zapopan con 46 ciento.
Francisco Gil, titular de la Dirección de Ecología Municipal de Hermosillo apuntó que, de enero de este año a la fecha, han recibido 380 reportes por alto volumen de la música, de los cuales, 266 son en restaurant-bar y 114 casas habitaciones.
"En casas habitación, por ejemplo, la típica fiesta que hace un vecino en un fin de semana, ahí lo que hacemos es dar aviso a Tránsito Municipal y se realiza un IPH (Informe Policial Homologado) y suspenden el festejo", explicó.
En el caso de los restaurant-bar, indicó que realiza una inspección sobre si están bien acomodadas las bocinas y el nivel de decibeles, si se encuentra irregularidades, se notifica a los encargados que corrijan en un plazo de una semana, de lo contrario, se aplica una multa de 12 mil a 15 mil pesos, según la gravedad del problema. Si reincide, se clausura temporalmente el negocio hasta que resuelvan la situación.
Francisco Gil precisó que los establecimientos tienen permitido hasta 65 decibeles, mientras que en las viviendas 55 decibeles. Sin embargo, apuntó que muchas personas no respetan estos niveles ocasionado afectaciones a terceros.