Al cierre de 2020 Sonora registró una cifra del 29.9 por ciento de pobreza laboral, que representa la más alta en los últimos 8 años, es decir, desde 2012, indicó Alejandro Romero Ayala.
El economista especialista en temas financieros dijo que se trata de una cifra preocupante ya que representa un tercio de los sonorenses que no pueden adquirir la canasta alimentaria básica. Entre un año y otro la canasta incrementó un 5 por ciento.
"Además que ha sido un escenario adverso por la pérdida de empleos a causa de la pandemia, por la reducción de los ingresos, por las medidas que han tenido que tomar las empresas y el gobierno para contener la pandemia, pues además estamos viendo un aumento de los precios de la canasta alimentaria superior al promedio de la inflación".
A partir de enero de este año, la canasta básica tiene un valor de mil 679.69 pesos, mientras que en 2019 su costo era de mil 598 pesos.
En 2005 el precio de la canasta básica era de 745 pesos, lo que representa un incremento del 125 por ciento a este año. Y respecto a la inflación en ese mismo periodo, se registra un aumento únicamente del 85 por ciento.
"Ahorita la canasta que tiene como referencia el Coneval, básicamente son productos muy indispensables, muy básicos y en teoría son para alimentarse lo mínimo que debiera de ser".
Las familias de las colonias de menor nivel socioeconómico en Hermosillo, consideran que de un par de años a la fecha, los alimentos básicos han sufrido un incremento desmesurado en comparación con los ingresos.
A la semana, Patricia Guadalupe Vargas gasta entre 1,200 y 1,500 pesos en mandado que se compone de leche, frijol, huevos y arroz. El ingreso total reunido entre ella y su esposo y ella cada siete días es de 1,500 a 1,800 pesos, comentó.
"Demasiado, no alcanza para nada la verdad, no nos rinde, no hay dinero y no podemos comprar lo básico, es más, frijoles que es lo más indispensable a veces que no puedo comprar porque no alcanza".
De viernes a domingo se instala en el tianguis de la colonia con sus dos hijos de 3 y un año de edad para poder reunir el gasto para alimento y pañales de los niños.
"Si antes si me alcanzaba un poquito más, de perdida antes podía comprar arroz, ahora no eso, ahora no alcanza, antes si juntaba un mandadito para una semana".