Con la temporada de frío, así como las fiestas de Navidad y Año Nuevo, se manifiesta la depresión invernal. Las personas experimentan tristeza, se aíslan, dejan de comer o consumen en exceso, y descuidan su higiene debido al duelo por familiares fallecidos, problemas existenciales o de pareja, así como a predisposición genética.
Alan Fabián Sánchez Ayala, psicólogo clínico, señaló que cuatro de cada diez sonorenses padecen depresión. Además, afirmó que este trastorno mental se intensifica durante la temporada invernal debido a la menor exposición a la luz solar, en contraste con la temporada de calor, que favorece una mayor productividad en las personas.
"Lo que implica aquí, es que, a partir del otoño, los días se vuelven hacer más cortos, entonces, oscurece más temprano, nos exponemos menos a la luz solar, lo cual hacer que se haga que se tenga una percepción de que ya es noche, ya no puedo hacer muchas cosas, ya me limito a salir, ya me limito a convivir y eso hace poco a poco que se vaya aislando", dijo.
Adrián Chávez Cuevas, psicólogo clínico, destacó que los adultos mayores son los más vulnerables a padecer el Trastorno Afectivo Invernal. Esto se debe a que extrañan a muchos seres queridos que han fallecido, lo que lleva a que dejen de socializar, utilizando como pretexto alguna dolencia física.
"Vemos familias que en donde los abuelos o las abuelas se segregan o se aíslan o no quieren salir. Y muchas veces, si pones atención a los abuelos o las personas adultas, van a poner el pretexto de que, me duele la rodilla, me siento mal. Pero, no nos detenemos a excavar un poquito más y visualizar que es su estado de ánimo el que no le permite salir a socializar, hacer cosas", explicó.
El académico de la Universidad de Sonora dijo que existen programas sociales impulsado por organizaciones civiles para atender a las personas que padecen de depresión y del trastorno de depresión invernal.
Sin embargo, ambos expertos coincidieron que es necesario que las autoridades de los tres niveles de gobierno inviertan recursos en unidades médicas de salud mental públicas para atender a más pacientes que sufren de estos padecimientos.