Su caminar es lento, sufre del corazón y ya casi no escucha, pero su mente recuerda muchos momentos y experiencias vividas a lo largo de 100 años. Para Guadalupe González Piñuelas dar gracias a Dios por cada día, no meterse en problemas ajenos y vivir intensamente son los secretos para llegar a una vida centenaria.
Doña Lupita, como le dicen de cariño sus vecinos de la colonia Red 2000, nació el 27 de diciembre de 1922, en Hermosillo. Aunque por su edad padece algunos problemas de salud, dijo estar muy contenta por llegar a los 100 años de edad.
"Muy agradecida con mi padre (Dios) porque me dio todavía este día más. Que ahora sí, el día que él quiera, que me encamine, pues, ni modo, que es el camino que tenemos que caminar", expresó.
Tenía 15 días de nacida cuando sus padres se la llevaron, junto con sus otros tres hermanos, a vivir a Culiacán, Sinaloa. A los 32 años regresó a Hermosillo a quedarse para siempre.
En su etapa de juventud trabajó en la limpieza de casas, donde también lavaba y planchaba ropa, además trabajaba en restaurantes.
"Lavaba y planchaba, aseaba las casas y en la noche trabajaba en unos restaurantes, pero gracias a Dios, en todo me iba bien, nunca mi Padre me alejó de su mano", comentó.
Doña Lupita no tuvo hijos y sólo tiene a sus sobrinas que viven en Los Mochis, Sinaloa. Vive sola en su casita de material y se mantiene de la pensión de adultos mayores del Gobierno federal, así como del apoyo de su vecina Daniela Guadalupe Romo Gallego, quien la ve como su abuela.
Para estar más cómoda en su casa, Guadalupe González Piñuelas necesita de un colchón, una base de cama y una andadera. Los interesados en apoyarla pueden comunicase al teléfono de Daniela, al 6623 997440.