Luis Daniel Silva Reyes, de 17 años de edad, empieza a sufrir de ansiedad cuando llega diciembre porque sabe que es la fecha que algunas personas encenderán pirotecnia cuya detonación les afecta a sus oídos debido a que padece de autismo.
Los "cuetes" no solo afectan a las personas con autismo, sino a quienes tienen otras discapacidades además de quien está pasando por una enfermedad.
María de la Luz Reyes Juárez, madre de Luis Daniel contó que el pasado 23 de diciembre fue cuando sufrió una crisis de nervios y ansiedad por la detonación fuerte y constante de estos explosivos en su colonia que es Villa del Real.
"Ya sabe que viene los cuetes, empezaron a escucharse muy fuerte y aparte de escuchaba a una persona que estaba trabajando con un esmeril y ahí fue cuando ya (entró en crisis) y a parte, desde hace dos años, procuro tener unos tapones industriales porque aminoran (el ruido) y este año no los tenía y gritó enojado y ya después de que grito ya se calmó", contó.
Comentó que las personas con autismo pueden llegar a ser agresivos por el ruido de la pirotecnia.
"Yo le pregunto qué sientes y él me dice: me duele, me duele, los oídos, me duelen muchísimo", narró.
Ante ello, llamó a la sociedad a evitar comprar y encender fuegos artificiales para prevenir los daños en la salud que las detonaciones de estos explosivos ocasionan en las personas con autismo.