Lorenia Tapia García interpuso una queja este martes 22 de agosto en la Comisión Nacional y Estatal de los Derechos Humanos contra la Secretaría de Marina (Semar) por presunta discriminación de parte del personal hacia su hijo que padece de autismo, durante una convivencia que realizó esta institución a los ganadores del concurso El Niño y la Mar.
La madre, dijo que su hijo, Luis Fernando, de ocho años de edad, fue el ganador en Sonora del concurso El Niño y la Mar que organizó en abril de este año la Semar. Como premio, fue viajar a la Ciudad de México y al Puerto de Veracruz juntos con los ganadores de otras entidades, para conocer las instalaciones de la institución.
"La convocatoria salió en abril y los resultados se dieron más o menos como en julio, los resultados de todos los ganadores. ya lo que nos avisan de llenar los formularios, registro y todo eso, nos llega ya cuando dan los ganadores y nos hablan y nos dicen que van a tener un viaje, que fue del 12 al 19 de agosto", contó.
Lorenia platicó que el formulario lo llenó en línea con los datos personales del menor y del acompañante, además, se especificaba si el niño o niña padece de alergias, pero, nunca se especificó si contaba alguna otra condición de salud, en este caso, con discapacidad.
Señaló que la Secretaría de Marina financió el viaje y la estadía en los ocho días de la convivencia de los todos los ganadores y acompañantes.
"Nosotros llegamos el sábado 12 de agosto (a Ciudad de México) y comentamos que el niño tiene la condición de autismo, y dentro de ello, vimos algunas situaciones del menú, entonces, ellos nos dijeron que no habíamos puesto en el registro que tenía autismo, pero, en el registro no viene eso, ni un apartado que diga que el niño tiene autismo", relató.
Desde momento, Lorenia empezó su angustia, desesperación e impotencia porque algunos trabajadores de Secretaría de Marina le argumentaron que no estaban preparados para atender a un menor con autismo y que estaría apartado del resto de los ganadores en algunos eventos.
"Nos trasladaban en unos camiones en las convivencias y se me acercó la teniente Paola y me dice que si el niño puede estar en el evento formal del viernes (18 de agosto) unos 40 minutos sin moverse, porque los niños y van a estar parados y sin moverse. Y me dijo: es que como el niño se mueve mucho y es un evento muy formal con gente muy importante, pues no queremos que haya ruido y yo le digo: no le aseguro que el niño no se vaya a mover. Entonces, me dicen: lo vamos a poner en una habitación aparte", narró.
Lorenia decidió que el niño no asistiría a la ceremonia oficial porque no iba a estar con los demás niños a recoger su reconocimiento, por lo que optó en regresarse de Veracruz a la Ciudad de México.
Les informó de su decisión al personal que organizó el viaje, aunado, aunque les advirtió que interpondría una queja ante las Comisión Nacional y Estatal de Derechos Humanos por discriminación hacia su hijo.
Apuntó que el personal de la Semar trató de convencerla y ofreciéndoles que se quedara más días en la capital mexicana, en el mejor hotel, con todos los gastos pagados, pero, no aceptó.
Por sus propios recursos pagó los boletos de avión para ella y su hijo del Puerto de Veracruz a la Ciudad de México; en esta última localidad estuvo algunos días con familiares, en dónde también fueron a buscarla altos mandos de la Secretaría de Marina para ofrecerle disculpas o llevarlos a los mejores sitios turísticos y restaurantes, pero, tampoco aceptó.
El pasado lunes 19 de agosto llegó a Hermosillo y al día siguiente interpuso la queja ante la Comisión Nacional y Estatal de los Derechos Humanos por presunta discriminación de parte de la Semar y se haga justicia por el caso de su niño, además de que se asigne personal capacitado para atender a menores que padezcan algún tipo de discapacidad en eventos que organiza la institución federal.