Los homicidios, desapariciones y enfrentamientos armados han encabezado los titulares noticiosos en Sonora al menos los últimos dos sexenios y una de las estrategias implementadas por el Gobierno federal fue la de militarizar los mandos de las policías municipales de cinco municipios problemáticos.
Las policías de Hermosillo, Guaymas, Empalme, Cajeme y Navojoa fueron encabezadas por marinos y militares desde agosto de 2019, cuando el entonces secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo Montaño, anunció este acuerdo con la gobernadora Claudia Pavlovich y los presidentes municipales.
"Los grupos criminales que operan en el Estado están plenamente identificados, estamos trabajando en el proceso de judicialización, porque no basta con atacarlos, como sucedió históricamente, en su capacidad operativa, tenemos que combatirlos fundamentalmente en la vertiente financiera que es lo que les da capacidad de operar y corromper, entonces hay inteligencia en el combate financiero e inteligencia en la investigación para judicializar para llevarlos ante la justicia".
Para combatir a los grupos de la delincuencia organizada que operan en Sonora, el ex titular de Seguridad destacó que el Gobierno federal había desplegados a más de siete mil 500 efectivos de distintas corporaciones civiles y militares.
El general de División de Estado Mayor, Gilberto Landeros Briseño, quedó como titular de la Policía Municipal en Hermosillo; en Navojoa se hizo cargo el general Ismael Cervantes Ramos; de la seguridad en Cajeme, el coronel de Infantería retirado Jorge Manuel Solís Casanova.
Mientras que dos capitanes de la Marina quedaron a cargo de las policías de Guaymas y Empalme, Andrés Cano Ahuir y Julio Alberto Hernández Cruz, respectivamente.
A un año y medio de haberse implementado esta estrategia, ante el repunte de las cifras de violencia en Sonora, expertos señalan que dicha medida no resultó como esperaban.
Manuel Emilio Hoyos, representante del Observatorio Sonora por la Seguridad, dijo que, pese a los esfuerzos, la estrategia fue fallida, pues se registró un aumento de la violencia el primer año de su implementación.
"En un comparativo que hicimos de agosto de 2018 a noviembre de 2019, comparado con agosto de 2019 hasta noviembre de 2020, vemos una variación en estos municipios de un aumento de un 34.44 por ciento en los municipios de Hermosillo, Guaymas, Empalme y Cajeme, vemos un aumento sustancial".
De un año a otro, Sonora pasó de tener 900 homicidios a mil 210. Los municipios en los que se registró mayor aumento en la cifra fueron Guaymas, que incrementó de 106 a 220, Empalme de 75 a 113 y Cajeme de 409 a 450 muertes.
"Nosotros en un principio dimos el voto de confianza a los mandos policiacos de los militares, sin embargo, hasta el momento, no hemos visto de parte de ellos, la hoja de ruta, el hacia donde vamos, sobre todo el hecho de que los mandos vuelvan a las instancias civiles".
En 2020 fue el sexto estado más violento del país, señaló Emilio Hoyos.