La marcha feminista 8M realizada por varios colectivos en Hermosillo con motivo del Día Internacional de Mujer comenzó a las 17:15 horas en las escalinatas del Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora en donde gritaron consignas.
Las consignas se escucharon durante toda la marcha que se llevó a cabo este domingo 8 de marzo en calles del Centro-Histórico de la capital sonorense, donde hicieron tres paradas, la primera fue en calle Sonora, entre Guerrero y Matamoros.
La segunda fue en Elías Calles con Yáñez, donde arrojaron gomas con humo de colores para exigir justicia por las mujeres asesinadas por hombres en el Estado.
La tercera fue en bulevar Rosales con Áquiles Serdán, donde volvieron aventar humo de colores rojo, morado, amarillo y verde y hacer más fuertes sus consignas.
El contingente multitudinario de mujeres se trasladó al Centro Histórico en donde al pasar por Palacio Municipal, varias mujeres pintaron consignas en el inmueble.
La marcha llegó a la Plaza Zaragoza en donde las participantes rodearon el kiosco del lugar para estar por alrededor de 40 minutos en el sitio en donde hicieron un pase de lista por las niñas, jóvenes y adultas que han sido asesinadas en Sonora.
En diez ocasiones en el kiosco de la Plaza Zaragoza, el contingente levantó su brazo derecho con el puño cerrado en memoria de las mujeres asesinadas.
En el lugar, fue apagado el alumbrado público, lo que causó molestia de parte de las mujeres y exigir que se encendieran, ya que lo consideraron como una falta de respeto aunado a que oscurecía en la ciudad. Pasaron 15 minutos cuando se prendieron las luminarias.
Posteriormente, el contingente se movió al atrio de la Catedral Metropolitana en donde pinto consignas contra la Iglesia Católica.
Algunas mujeres también quebraron vidrios de las puertas de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Al interior del inmueble católico se oficiaba una misa y al ver a las mujeres de la marcha que intentaban ingresar, los feligreses colocaron las bancas de la iglesia en las puertas para evitar que ingresaran las manifestantes, esto provocó miedo, temor en las familias que estaban en la misa.
Durante el momento que se realizaban las pintas en la Catedral, una joven pidió a un varón que dejara de grabarla, ya que necesitaba su autorización, por lo que el hombre hizo caso omiso y otra joven lo golpeó con una sombrilla, por lo que éste respondió con los puños. De inmediato las demás mujeres presenten se le fueron encima al hombre y le arrojaron pintura.
El hombre fue separado del altercado por María Luisa Alatorre Castañeda, directora de Atención a los Derechos Sexuales de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, quien se encontraba en la marcha. El varón se retiró del lugar siendo escoltado por mujeres para entregarlo a agentes de la Policía Municipal, mismo que fue detenido.
Pasaban las 8:00 de la noche cuando la manifestación terminó y minutos después feligreses católicos oraron y rezaron en el atrio dela Catedral Metropolitana por los actos vandálicos contra la Catedral y por la paz.
Personas llegaron al templo católico con botes de pintura y brochas para quitar las pintas y retirar los cartones y cartulinas que traían escritas consignas contra la Iglesia que dejaron las manifestantes.