La mañana de este 30 de septiembre, Rubén David despertó con un ligero dolor en su brazo, pero entusiasmado y tranquilo se vistió para asistir a clases, seguro de gozar buena salud, tras recibir la vacuna contra Covid-19 de Pfizer la tarde del pasado miércoles.
El menor de 14 años hace unos meses le pidió a su mamá, Laura Maldonado, ser vacunado contra Covid-19 por temor a contraer el virus y agravar su estado de salud al conjugarse con la enfermedad de talasemia que padece.
"Sí tenía miedo porque soy más vulnerable. Me duele el brazo, lo levanto y me duele, de hecho me he sentido bien, jugué hasta futbol en la escuela, todo bien, no he sentido nada malo".
Rubén considera que todos los menores de edad deberían recibir también la vacuna contra Covid-19 para garantizar su salud ante esta pandemia que ha cobrado la vida de miles de niños en el estado.
"Yo les diría que se vacunen, sin miedo al éxito que se vacunen, y pues ya esos que dicen que no existe, (el coronavirus) pues ya es su problema, al rato se van a andar muriendo".
En la escuela secundaria, sus maestras le mostraron mayor atención posterior a la dosis que recibió del antígeno, contó, y asegura que ha podido realizar todas sus actividades de manera normal después de la vacuna.
Laura, madre de menor, señaló que después de ganado el amparo, el trámite burocrático para la aplicación del antígeno en el Centro Estatal de Salud fue tardado y engorroso, ya que en dos ocasiones le pospusieron la cita a su hijo.
"Me estaban pidiendo un certificado médico que viniera especificado, que prácticamente el médico se hiciera responsable de cualquier secuela que pudiera presentar alguna complicación de la vacuna, pero cualquier médico sabemos que eso es imposible, un certificado médico es nada más la condición de cómo se encuentra el paciente".
Señaló que el siguiente paso será tramitar amparo para la vacuna de sus otros dos hijos de 16 y 10 años.