La falta de apetito o comer en exceso, de ser extrovertido a introvertido, son los indicadores de que los niños y adolescentes sufren de ansiedad, estrés y depresión por el aislamiento domiciliario o que algún familiar falleció a causa de COVID-19, señalaron expertos.
El psicólogo clínico, Luis Carvajal, dijo que es importante que los padres de familia detecten estos indicadores para que puedan platicar y convivir más con los niños, además de explicarse la situación del coronavirus y que esto pasará cuando haya una vacuna.
"Es importante también que muchos niños han enfrentado las pérdidas de seres queridos en este tiempo, es decir, han fallecido el abuelo, un tío, los dos abuelos, el papá, incluso hasta los papás, y entonces, han tenido un cúmulo de pérdidas y algunos han tenido múltiples pérdidas, no uno, sino varias personas importantes", explicó.
A su vez, el psicólogo infantil, Cristian Fuentes, dijo que hay opciones para sobrellevar anímicamente la pandemia, como lo es el convivir con juegos de mesa y aprovechar los momentos del desayuno, comida y cena para platicar con los menores sobre cómo se sienten o simplemente abordar temas de películas o música.
"La necesidad de estarlos monitoreando no estar únicamente encima de ellos, ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes?, es acercarse a platicar con ellos, conocer sus sentimientos, conocer su pensamiento alrededor de lo que viene siendo el COVID como la cuarentena, esa sería la indicación, pasar más tiempo con ellos y en constante comunicación", recomendó.
Juan Carlos Usaino Villegas, psicólogo escolar, mencionó que el aislamiento domiciliario afecta en la conducta de los niños y adolescentes porque no están interactuando con otros menores de su escuela o de la colonia, lo que también afecta su aprovechamiento escolar.
"Están sufriendo un poco de estrés, de ansiedad, a lo mejor muchos padres no lo notan; sin embargo, si se estresan, se ponen ansiosos más cuando las tareas y los ejercicios que hay que hacer, no se cumple como deben de ser, no es lo mismo estar en la escuela, interactuar con los mismos compañeros, preguntarles, echarle un vistazo al cuaderno de enseguida de cómo lo está haciendo, preguntarle directamente al maestro y que el maestro le ponga un ejercicio en el pizarrón", explicó.
Los especialistas coincidieron en aconsejar a los padres de familia en buscar ayuda de psicólogos para en caso de que el menor siga con estrés, ansiedad o depresión.