Migrantes de Venezuela son abandonados en Hermosillo

Por las calles y plazas públicas de Hermosillo deambulan migrantes de Venezuela que fueron deportados de Estados Unidos tras ingresar a realizar trámites de asilo.

Los migrantes fueron traídos a la capital por el Instituto Nacional de Migración (INM) tras ser expulsados por la frontera de Sonora con Arizona, y luego abandonados a su suerte tras informales por escrito que solo tienen siete días para salir del México sus propios medios.

Entre los migrantes que están en Hermosillo, se encuentra Yurbeli Gómez, quien salió de Venezuela en busca de una mejor vida ante la grave situación económica y política de esa nación.

Algo triste y molesta por el trato que recibió de las autoridades de migración de Estados Unidos, reveló que tuvo que atravesar siete países para llegar a la Unión Americana a pedir asilo, pero que luego de dos días fue expulsada a pesar de contar con fecha para iniciar el trámite.

Señaló que, en la travesía pasó por diversos medios de transporte y a pie, corrió un sin número de riesgos, entre ellos cruzar una selva.

Reveló que con engaños fueron movidos a la frontera de Arizona y Sonora y luego los echaron a México sin ningún tipo de explicación y sin respetar sus derechos humanos.

Deinny Miquiela, otro de los migrantes venezolanos que fueron deportados de Estados Unidos, reveló que su recorrido fue de un mes con siete días para llegar a ese país a través de la frontera de Ciudad Juárez, pero tres días después fue expulsado a México a través de Sonora.               

Expuso que en México las autoridades de migración no les han brindado el apoyo para comunicarse con su familia ni les ha facilitado el transporte para regresar a Venezuela.

Por lo pronto, en espera de ayuda para seguir su camino, algunos de los migrantes venezolano están vendiendo golosinas y otros productos para hacerse de recursos para alimentarse y ahorrar para el pasaje de regreso. 

No pocos de ellos se encuentran en albergues y centros de apoyo a migrantes, donde pernoctan y reciben alimento, pero lo que quieren es que se les facilite el desplazamiento a su país para regresar con sus familias.