La falta de acciones precisas para garantizar la impartición de justicia por parte de las Fiscalías hizo que nacieran movimientos sociales en defensa de los actos abusivos y de acoso contra mujeres.
El Me Too es ejemplo de ello desde su nacimiento hace tres años en Hermosillo.
Hacer públicos los casos de violencia física o emocional contra la mujer para hacer un frente protector de abusos y situaciones de acoso, fue la finalidad de esta agrupación que se ha vuelto tendencia en la red social twitter, indicó Gabriela Herrera Valdéz, fundadora de Jurídicas Feministas.
"Creo que este movimiento es muy bueno porque si no tenemos una justicia jurídica, pues entonces hay una justicia social que es ésta, visibilizar a los hombres que han sido agresores de mujeres de aquí de la comunidad de Sonora, que no se había dado, este trabajo que hace la página a mi me parece muy bueno".
Con el paso del tiempo y con base en la experiencia de otras mujeres que han dado su testimonio, se han ido fortaleciendo los movimientos que luchan contra el acoso y maltrato físico y psicológico por razones de género, señaló.
"Es verdad que hoy hay una apertura para las denuncias públicas, pero es también debido a eso. Las mujeres sonorenses se sienten más confiadas al denunciar ante una colectiva o una página virtual y se sienten más protegidas que ir a denunciar a la fiscalía, por ejemplo".
El primer paso es romper el silencio, aseveró Sheila Hernández, activista denunciante del Tendedero del Acoso en la Universidad de Sonora, aún cuando instituciones ponen trabas para hacer valer el derecho a la denuncia.
Dono que el proceso para cada mujer inicia desde que deciden comprarle, aunque sea de manera anónima si testimonio. Muchas de ellas, después son orientadas por las integrantes de los colectivos feministas para interponer la denuncia penal.
"Cuando estuve en la Universidad de Sonora, nosotras duramos un año dando vueltas con la denuncia administrativa en esta institución, fuimos tocar las puertas a la rectoría, fuimos a tocar las puertas a los sindicatos con nuestras denuncia, fuimos ignoradas, incluso nos mintió la universidad al decirnos que había ya suspendido el contrato de nuestro agresor".
Los espacios de denuncia social como el tendedero del acoso o Me Too, ejercen presión sobre las instituciones ante la falta de ejercicio del deber, comentó. Los riesgos a la fecha han sido amenazas y atentados contra las promotoras de dichos movimientos.