Psicólogos trabajaron jornadas duras durante pico alto de la pandemia

Durante los meses de junio, julio y agosto, fue la etapa más crítica en la salud mental de las personas que tuvieron familiares internados o que fallecieron por COVID-19, que coincidió con el pico más alto de casos y defunciones por esta enfermedad viral, contó el psicólogo clínico Luis Carvajal.   

Comentó que los familiares sufrían de ansiedad, angustia y desesperación por no ver a su ser querido, mientras estaban hospitalizados, y cuyos padecimientos mentales se agravaban cuando el paciente perdía la batalla.

Luis Carbajal, recordó que fueron meses de mucho trabajo para el personal de salud mental que laboraba más de 10 horas diarias, y en varias ocasiones no podían comer, descansar, ni tomar agua, ante el gran número de pacientes que atendían.

"Los casos complicados o difíciles fueron cuando las familias tuvieron múltiples pérdidas, es decir, que morían más de un miembro de la familia por COVID, a veces esos familiares estaban en hospitales distintos, hasta cuatro hospitales distintos, había ocasiones que una misma familia tenía a dos familiares hospitalizados o entubados en la misma área", mencionó.

El psicólogo, formó parte del Programa de Apoyo a los Familiares con Pacientes COVID que implementó la Secretaría de Salud del estado, donde se brindaba terapia por teléfono, videollamadas o mensajes de texto, a familiares de los fallecidos para sobrellevar el duelo.

"Nuestras llamadas eran diarias, 24 horas del día, entonces, la familia en algún momento podría presentar una crisis ante el estado de gravedad, o que había otro miembro en ese momento diagnosticado, podrían llamarnos y nosotros comenzábamos a crear la estrategia terapéutica", dijo.