El pasar por esta esquina y voltear al sentir el aroma de lo que se prepara es inevitable, como inevitable también es no contestar el saludo de la mujer que cada mañana llega a este punto para trabajar.
Es Ericka Santeliz, hermosillense, avecindada en la Col. San Benito, hija ejemplar y madre de 5, si, de las que muchos llaman "luchona".
A sus 38 años Ericka es propietaria de su propio negocio, "Cahuamanta El Viejo Paulino", desde hace cinco años, el que considera no le hace competencia a nadie, como tampoco nadie le representa competencia tampoco a ella.
"Ya tenemos cinco años en Tamaulipas y Escobedo, una deliciosa cahuamanta, quesadillas de marlín, "El sol sale para todos y pues les gusta el sabor, les gusta el sazón, y les gusta cómo los trato, como el cantinero dicen, por eso vuelven"
Para ella ya no era opción vender comida en negocios, ni seguir cargando garrafones, ni nada que no le diera estabilidad y sobre todo independencia, que a su vez le ha permitido darles el ejemplo a sus hijos.
"Los fines de semana los más chicos se vienen y el Werito aquí siempre está, pues la más grande no puede porque escuela y trabajo no, no se da tiempo" ? "aprendan a ganar su dinero, simplemente cuando quieren salir vente a trabajar o esto y tienen que hacerlo o se ponen a lavar carros, uno de ellos es el Paulino"
Y es precisamente a quien la carreta debe su nombre Paulino, la idea original era ponerle al negocio "El negro Paulino", pero el rotulador se equivocó y puso el "Viejo" en lugar de "negro", pero igual funcionó y en cinco años Ericka ha acumulado una gran cantidad de amigos y le ha permitido proveer a su familia de todo lo que necesitan, como todo aquello que el dinero no puede comprar: la convivencia, la unión y el ejemplo.
"Por eso no hay que rajarse y hay que echarle ganitas, salir adelante y pues llevar el dinerito a la casa" "pero muy bonito, se siente muy bien tener lo tuyo, gastar lo que es tuyo, se siente bien, ya cuando los niños te abrazan y te dicen: gracias mamá, es una satisfacción muy bonita"