En el sitio que se ubica en la confluencia de Solidaridad y Lázaro Cárdenas no se apreció la presencia de alguna autoridad que realizara actividad conmemorativa por la fecha, solamente se observó una rosa colocada anónimamente en el busto del ex presidente de México.
Fue un 18 de marzo del año 1938 cuando el primer mandatario de la nación, emitió el decreto a través del cual se nacionalizaba la industria petrolera del país, la cual en ese entonces en su gran mayoría se encontraba en manos de capital extranjero.
En aquel periodo, la mayoría de las empresas responsables de la extracción y producción del petróleo eran de origen estadounidense y británico.
El General Cárdenas del Río, señaló que el gobierno de la república se haría cargo de la indemnización a las empresas por motivo de la nacionalización, para lo cual se estableció un fondo del 20 % de los ingresos obtenidos por la venta del petróleo.
Aunque los efectos en materia económica de dicha decisión no tardaron en mostrarse, como lo fue el incremento al precio del dólar, así como en el decaimiento de la exportación de productos a corto plazo, el apoyo popular a la decisión del mandatario se mantenía.
Fue así que durante el mes de abril, instancias como el Palacio de Bellas Artes se convirtieron en puntos de acopio, en donde los ciudadanos acudían para realizar aportaciones en efectivo o en especie, para ayudar al gobierno mexicano al pago de la indemnización económica.