Este jueves 16 de marzo se cumplen tres años del primer caso confirmado de Covid-19 en Sonora y en la actualidad el riesgo de contagio es menor al estar el 80 por ciento de la población vacunada.
La población atravesó una crisis económica, de salud y fallecimientos a consecuencia del virus.
Por la pandemia se implementó el semáforo de riesgo epidemiológico nacional y estatal para medir el nivel de la transmisión del virus estando Sonora en la actualidad en color verde o riesgo bajo.
Parte de las medidas sanitarias implementadas en el primero año para la disminución de la transmisión del virus fue la suspensión de las actividades no esenciales, horario restringido de los establecimientos permitidos en operar, con la finalidad de reducir la movilidad poblacional. Conforme bajaban los contagios se levantaban gradualmente las restricciones y el nivel de riesgo.
Hace tres años que los hospitales estaban saturados de pacientes contagiados de Covid-19 y algunos hoteles se convirtieron en clínicas temporales o zonas de cuarentena.
Ahora el riesgo es menor, pero esto no representa que la gente baje la guardia en los cuidados sanitarios porque el virus llegó para quedarse.
Jesús Sánchez Colín, médico infectólogo, dijo que hay personas que se contagiaron de Covid-19 hace dos o tres años y todavía presentan secuelas.
"Hay gente con secuelas permanentes, por ejemplo, la fibrosis pulmonar, el daño pulmonar es una secuela que ya se queda permanente, hay gente que no recupera el olfato completamente, hay gente que tiene fatiga crónica post-Covid", dijo.
Una de las personas que presenta secuelas es Francisco Javier Piri López, quien se fatiga cuando camina y hace algún esfuerzo para realizar alguna actividad.
"Estoy bien, me siento bien, hay veces que me canso cuando camino demasiado, pero, en realidad, gracias a Dios que estoy bien", platicó.
Don Francisco contrajo la enfermedad en abril de 2020 y estuvo un mes internado en el Hospital Zona 14 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sufrió de fiebre, dolor de cuerpo, de cabeza y problemas pulmonares, por lo que, recibió respiración artificial no invasiva.
Al siguiente mes estuvo en recuperación en su casa, estando los primeros 15 días con el respirador artificial.
El hermosillense manifestó que esta experiencia de vida lo hizo reflexionar en cuidar su salud, valorar la vida y disfrutar de la convivencia con la familia y amigos.