En Hermosillo, el Centro de Reinserción Social, situado al oriente de la ciudad, presenta una sobreocupación de más de mil 500 reclusos en sus instalaciones, según lo confirmó el director del Sistema Estatal Penitenciario, Nicollino Giuseppe Cangiamilla Enríquez.
A pesar de que el centro tiene una capacidad para albergar a 2 mil 900 personas, actualmente cuenta con poco más de 4 mil 500 reclusos, incluyendo a aquellos que esperan sentencia y los que se encuentran en prisión preventiva.
"Aunque dentro de la vida intracarcelaria existen espacios dignos, quisiéramos realmente darle salida a todas estas personas para que puedan regresar con sus familias, pero también debemos cumplir con el sistema de justicia".
La abogada Jessica Estefanía Román, especialista en derechos humanos, detalló que las personas privadas de su libertad, por ese simple hecho, ya se encuentran en una situación de vulnerabilidad, y se les debe garantizar un lugar donde dormir, alimentación, espacios para la recreación y servicios básicos como agua potable, entre otros.
La directora del Proyecto DDHH señaló que, debido al desconocimiento, tanto los reclusos como sus familiares no presentan quejas ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos por la falta de algún servicio en el interior o por las condiciones de infraestructura.
"De ahí surge el derecho a no estar hacinados y a evitar la sobrepoblación, ya que esto también podría afectar la seguridad personal y la integridad física".
Agustín Ramírez Lugo, quien visita el Centro de Reinserción de Hermosillo desde hace cuatro años para ver a un familiar recluido, proporciona lo necesario, como ropa, comida, cobijas y artículos de limpieza personal.
Durante este período, su familiar le ha expresado diversas necesidades que enfrenta el centro de reinserción debido a la sobrepoblación, como la limpieza de diferentes áreas, el cuidado de jardines y la falta de espacios para el esparcimiento.
Agustín Ramírez Lugo compartió otra problemática relacionada con la falta de techo para los familiares de los reclusos mientras esperan afuera, ya que, en épocas de calor, las filas para ingresar a veces pueden tardar horas.
"Lo más complicado es cuando estamos afuera, he notado a muchas madres esperando y para realizar sus necesidades se requieren baños y un tejabán".
Según el INEGI, en los resultados del Censo Nacional de Sistema Penitenciario Federales y Estatales publicado este año, Sonora destaca con más mujeres en prisión preventiva, con 37 por cada 100 mil, y un total general de 10 mil 574 personas en dicha condición.