En México, hay 1.8 millones de trabajadoras domésticas, el mayor porcentaje, de 38 por ciento, ronda entre 45 y 59 años de edad, quienes se dedican a realizar trabajos de limpieza y cocina con ingreso de un salario mínimo mensual y solo el 4 por ciento de ellas cuenta servicios de salud, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De la población femenina ocupada como trabajadora doméstica, el 41 por ciento concluyó sus estudios hasta la secundaria, el 37 por ciento terminó hasta la primaria y el 17 por ciento cuenta con nivel media superior y superior.
En Sonora la población ocupada es 1 millón 378 mil 423; de esta cifra el 2.9 por ciento, es decir, 41 mil 21 personas realizan trabajo doméstico remunerado, de las cuales 84.3 por ciento son mujeres y el 15.7 por ciento hombres.
El abogado Francisco Javier Mejía Cisneros, señaló que, aun cuando el pasado 16 de marzo el Senado aprobó reformas a la Ley del Seguro Social para incluir a las personas trabajadoras del hogar al régimen obligatorio de seguros de riesgos de trabajo; enfermedades y maternidad; invalidez y vida; retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, y guarderías y prestaciones sociales, existe una brecha que no se ha podido cerrar entre las disposiciones legales aprobadas y la aplicación de estos beneficios al gremio.
"Son problemas complejos que también yo pienso que se van a ir adecuando a realidades que sean factibles y cómodas para ambas partes y que el Seguro Social también tiene que mejorar pues has de cuenta decir, tú tienes un trabajador por un día o por cinco días o seis días en el mes, tienes que pagar esto de seguridad social".
Comentó que el choque que hay entre las disposiciones legales aprobadas y la realidad a la que se enfrentan el sistema impide que las adecuaciones a la ley se apliquen de forma inmediata a los sectores que van dirigidos.