La pesca representa el 1.5 por ciento del producto interno bruto en México, mientras que a nivel estatal contribuye con el uno por ciento, indicó el economista Marco Antonio Córdova Félix.
Dijo que anualmente la pesca en la entidad tiene una derrama económica entre 7 a 8 mil millones de pesos, pero este año 2020 la cifra será menor porque la gente no está consumiendo mariscos y pescados frescos en establecimientos de comida por el resguardo domiciliario por la contingencia sanitaria del coronavirus.
"Ahorita el rubro pesquero se ha visto afectado por una situación de la demanda de sus productos tanto a nivel regional, nacional como internacional, en donde una de las características de los productos pesqueros aquí en la ciudad es que se exportan tanto a Estados Unidos como al Oriente y al ver afectados lo canales de distribución, pues muchos productos no se han podido comercializar, de tal manera que los precios están muy castigados afectando a los pescadores", dijo.
En Sonora, hay 20 mil 623 pescadores y 2 mil 539 acuacultores que tienen un peso sustancial en la economía. Sin embargo, este sector se ha visto afectado por la crisis originada a partir de la contingencia sanitaria.
Carlos Flores y Jesús Adán Rojo son pescadores ribereños en Bahía de Kino. Sus ingresos han bajado ya que los empresarios restauranteros y de marisquerías compran menos productos debido a que tienen poca clientela.
Por tres días se van a los alrededores de la Isla del Tiburón a pescar callo de hacha ya que es la zona en donde se reproduce esta especie de molusco.
Hasta 100 kilos de callo pescaban en tres días, actualmente la cifra bajó a 30 kilos ya que es la cantidad que han podido vender en los restaurantes y marisquerías, contó Carlos Flores.
Por la venta de los 30 kilos de hacha, dijo que obtienen 13 mil 500 pesos, cuyo recurso es repartido entre cinco pescadores que se lanzan a la mar a bordo de una panga.
"No hay comprador. Bajó mucho el precio del callo, antes lo compraban a 500 (pesos por kilo), pero ahora lo compran en 450", contó.
Carlos vive con su esposa y sus tres hijos en Punta Chueca. Su único ingreso son los 2 mil 700 pesos que obtiene de la venta de este marisco.
Desde niño, Jesús Adán Rojo, también ha sido pescador ribereño. Es oriundo de la ciudad del Dorado, Sinaloa, y desde hace 15 años llegó a Bahía de Kino en busca de oportunidades de trabajo.
No tiene ahorros, tampoco recibe ayuda en despensas ni ningún apoyo de parte de autoridades.
Tiene 50 años de edad, vive con su hijo de 21 años en una casa de cartón, madera y lámina galvanizada.
Desde hace un mes y medio que no pesca para vender pescado o mariscos porque no hay turismo en la localidad desde que se implementó la contingencia sanitaria por el coronavirus.
Jesús y su hijo de vez en cuando salen a pescar en su panga para conseguir alimento para su propio consumo.
"Sí hemos salido, vamos aquí al estero a sacar unas almejitas, unas patas (de mula), fuimos aquí enfrente, sacamos dos kilos de callo de hacha, pero no te pagan, lo bajaron de 570 pesos a 400. No te pagan la salida, nomás con subir la panga al remolque te cobran 200 pesos, echar lo más poquito de gasolina que son 20 litros son 500 pesos, con todo y aceite, tienes que pedir mil pesos para salir a pescar y no lo ganas porque está muy barato el producto", contó.
En ocasiones, Jesús Adán Rojo lo visitan amigos quienes le regalan mariscos para que coman él y su hijo. Su familia que también son pescadores y que viven en el Dorado, Sinaloa, le han depositado en dos ocasiones 200 pesos para que compre alimento, cuyo apoyo lo acepten agradecidamente, aunque sabe que sus familiares también pasan por una crisis financiera por la falta de trabajo por la contingencia.
Espera que termine lo más pronto posible la pandemia que vuela todo a la normalidad y vender de lo que pescan en Bahía de Kino.