La anterior administración estatal de Sonora ya había negociado con Arizona una desaladora de agua, para proveer al vecino Estado ante el serio problema que se tiene de sequía y desabasto.
La construcción de una desaladora de agua en Sonora, trae alteraciones al ecosistema del mar de Cortés aseguró la investigadora de George Mason University Guadalupe Correa, tanto en el impacto ambiental, como a las comunidades del alto golfo de california, por los excesos de sales.
Las altas concentraciones de sal, comentó, afectan a ciertas especies, además no se contaba con el respaldo de una inversión total, ni de México o de Estados Unidos, en un supuesto proyecto respaldado por lo empresarios de Arizona, que iban a proveer de energía para el traslado del agua.
"Supuestamente en el proyecto pasado, la electricidad iba a venir de Arizona, entonces era un ganar y ganar, para las empresas estadounidenses, en este caso también las empresas de Israel que son los que tienen la tecnología para construir estas plantas desalinizadoras, realmente sería un tema muy delicado para México".
La investigadora de George Mason University, dijo que el excanciller de México y hoy aspirante a la candidatura a la presidencia por Morena, Marcelo Ebrard, dejó abierta la posibilidad a las empresas estadounidenses para plantear proyectos de desalinizadoras de agua en el país.