Moisés y Guadalupe tienen más de 30 años vendiendo picos de gallo y frituras en el centro de Hermosillo frente a la escuela Heriberto Aja, con el sabor y la frescura que los caracteriza.
Aunque el negocio tiene establecido más de 70 años sobre la calle Heriberto Aja casi esquina con Veracruz, el primer propietario era un hombre que venía del sur de país y estableció en ese punto para vender paletas heladas y tras las sugerencias de un amigo amplió los productos vendiendo frutas preparadas.
Moisés Guijarro, dueño del puesto, dijo que con el paso del tiempo se han ganado la confianza de los clientes y de los directivos de la escuela primaria que se encuentra enfrente.
"Es que mi señora ayudaba aquí, es una historia muy larga, por ejemplo, yo trabajaba con mi apá en el mercado y el vendía paletas y me decía, llévate estas naranjas pártelas a la mitad, llévate esta jícama y las vendía y hacía negocitos con la fruta y luego mi apá le traía la mercancía aquí y así fue creciendo el negocio".
Moisés y Guadalupe tienen una tradición que las niñas y niños que piden fruta el 30 de abril se les regala por ser su día, un acto que tienen haciendo desde su primer año y por la pandemia se suspendió, pero la van a retomar el próximo abril.
El vaso de fruta de medio litro tiene un costo de 50 pesos y el de litro 90 pesos y están desde las 8 de la mañana hasta las 7 siete de la tarde frente a la escuela primaria Heriberto Aja, de lunes a viernes.