A los tres años y medio la mamá de Victoria la escuchó decir por primera vez su nombre, cuando su ex jefe, que desconocía la condición de Asperger de la menor, le preguntó cuál era su nombre y ella respondió sin titubear.
Desde los ocho meses de vida, Denisse Coronado notó características distintas en el desarrollo de Victoria, el uso distinto de los juguetes, su afición por formas y colores que otros niños no notan, pero fue hasta los tres años de edad cuando un neuropediatra la orientó tanto a ella como a su esposo sobre el trato que debían brindar a la pequeña.
"Hay unas tablas de neurodesarrollo que a mí me prestaron en una guardería a la que yo recurría porque trabajaba en ese entonces, que me dieron esa tabla y yo me fijaba que mi hija no encajaba, sinceramente con muchas de las características ni a los dos, ni a los tres, ni a los cuatro, ni a los cinco, ni a los seis meses, ya me fui preparando".
En ningún lugar de Hermosillo, comentó, halló una clínica especializada en detección temprana del espectro autismo o Asperger. Actualmente vive en Durango con Victoria de siete años de edad, sus otros dos hijos y su esposo.
Tras la atención dada a lo largo de su infancia y la calidez de la familia, la pequeña Victoria luce un semblante seguro, independiente y fuerte, le apasiona dibujar, nadar y modelar.
"Si es independiente pero también es muy cariñosa, es muy selectiva eso sí, no te creas que con todo el mundo es cariñosa, con personas de repente si siente ella más el humor de las personas o el carácter de las personas. Hay personas a las que no les dirige la palabra y hay otras a las que en cuanto las conoce las abraza".
El primer año de vida es primordial para detectar si existe el trastorno en el menor y de encontrar características diferentes en el menos, es importante acudir de inmediato con un especialista que influya positivamente en el desarrollo del niño, indicó la psicoterapeuta, Erika Rodríguez.
Señaló que los papás viven también un proceso de adaptación junto con el menor para entender los cambios y estímulos a los que responden en cada etapa de su vida.
"Estamos hablando que los papás están viviendo un proceso personal, de alguna manera esto viene a ser una ruptura y un duelo para los papás, porque es empezar a navegar en un terreno que no conocían, entonces aquí lo importante es llevar a los papás a tener un acompañamiento en donde ellos puedan descargar su frustración y sus miedos".
Los padres se tendrá que dar la tarea de conocer en qué situación se encuentra su hijo o su hija, ya que la gama de necesidades es amplia entre los trastornos por síndrome aspeger y autismo y con base en ello definir una forma de tratamiento.