El auge de la inteligencia artificial (IA) generativa ha transformado la industria musical, presentando nuevos retos y oportunidades.
Con esta tecnología, se ha vuelto difícil para el oído humano distinguir si una canción fue creada por un músico o una máquina. La IA ha ido más allá de simples herramientas de apoyo, como el autotune, que ya es común en la música, llevando la composición y creación de temas a otro nivel.
La IA generativa funciona mediante el análisis de grandes conjuntos de datos musicales, lo que permite a los modelos aprender patrones de géneros como el pop o la bachata. Luego, a partir de texto o audio, puede crear canciones completas. Esta tecnología es útil para músicos, docentes y productores que buscan acelerar el proceso creativo. Herramientas gratuitas como Suno y Udio han ganado popularidad, ya que permiten generar canciones en distintos estilos y lenguajes de manera rápida.
Sin embargo, los resultados de la IA aún tienen limitaciones, con letras que pueden parecer simples o repetitivas. A pesar de ello, su uso sigue creciendo en popularidad, pero no sin controversias. Uno de los problemas más graves es que los modelos de IA pueden replicar canciones existentes casi a la perfección, generando conflictos por derechos de autor. Músicos y artistas han denunciado que su trabajo se utiliza para entrenar a estos modelos sin su permiso.
En enero, más de 200 artistas, incluidos Billie Eilish y Pearl Jam, pidieron que las empresas tecnológicas dejaran de utilizar la IA para infringir los derechos de los músicos. Asociaciones como la RIAA han llevado a tribunales a plataformas como Suno y Udio por infracciones masivas de derechos de autor. Aunque estas empresas admiten haber usado música protegida para entrenar sus modelos, argumentan que el uso fue legal.
Empresas como YouTube también han entrado en el debate, buscando acuerdos con discográficas para poder entrenar legalmente sus herramientas de IA a cambio de grandes sumas de dinero. Esto permitiría expandir funciones como Dream Track, una herramienta que crea música en estilos de artistas populares.
A nivel artístico, algunos músicos han adoptado estrategias diferentes. Mientras que el rapero Drake fue duramente criticado por usar IA para imitar las voces de Snoop Dogg y Tupac, la cantante canadiense Grimes optó por invitar a otros a usar versiones de su voz generadas por IA, prometiendo compartir las regalías de cualquier canción que se vuelva un éxito utilizando esta tecnología.