El "huachicol" se refiere al robo y venta ilegal de combustibles en México, una actividad que ha generado pérdidas millonarias para Petróleos Mexicanos (Pemex)
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha reconocido que, a pesar de las medidas implementadas desde el sexenio anterior para combatir el huachicol, estas prácticas persisten en algunas regiones del país. En "La mañanera del pueblo", enfatizó la necesidad de erradicar por completo la venta ilegal de combustibles.
La estrategia gubernamental para enfrentar este problema abarca varios frentes. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) supervisa las estaciones de servicio para impedir la comercialización de gasolina y otros combustibles obtenidos de manera ilícita. Además, se examina la cadena de intermediación, enfocándose en el almacenamiento y distribución de combustibles en el sector privado. Entidades como Pemex Logística y el gabinete de seguridad también participan activamente en estas acciones.
En 2023, Pemex reportó pérdidas superiores a 13,700 millones de pesos debido a este delito, acumulando casi 50,000 millones de pesos en los cinco años de la administración anterior
En relación con la venta de combustible en carreteras, la Guardia Nacional ha intensificado operativos para desmantelar puntos de venta clandestinos y asegurar la integridad de los ductos de Pemex. A pesar de estos esfuerzos, el huachicol sigue siendo una problemática significativa que afecta tanto a la economía nacional como a la seguridad pública.
Las pérdidas económicas derivadas del huachicol no solo impactan las finanzas de Pemex, sino que también representan recursos que podrían destinarse a programas sociales y desarrollo de infraestructura. Por ejemplo, en 2024, las pérdidas por robo de combustible ascendieron a 1,119 millones de dólares, una cifra que supera en cuatro veces la utilidad neta de Pemex durante el primer trimestre de ese año.
Es importante destacar que el huachicol no solo implica pérdidas económicas, sino también riesgos significativos para la población. Las tomas clandestinas en los ductos de Pemex han provocado accidentes graves, poniendo en peligro la vida de muchas personas. Por ello, la estrategia gubernamental también se enfoca en campañas de concientización para disuadir a la ciudadanía de participar en estas actividades y reportar cualquier actividad sospechosa relacionada con el robo de combustibles.
La implementación de tecnologías de monitoreo, el fortalecimiento de la seguridad en los ductos y la aplicación de sanciones más severas son algunas de las acciones contempladas para enfrentar este desafío de manera integral