Para los habitantes de la colonia El Arenal el proyecto inconcluso del Metrobús o Bus Laguna no sólo representa la inutilidad de una obra que no cumplió con su objetivo, la mejora del transporte público, sino también afectó significativamente su entorno, así como sus domicilios.
En 2016 arrancaron los trabajos con la intención de beneficiar a 250 mil personas usuarias del transporte público de Torreón, Gómez, Lerdo y Matamoros. A la fecha se han invertido más de 800 millones de pesos.
A 8 años, el proyecto inconcluso sigue ocasionando problemas, los últimos derivados del reciente colapsó de una de las losas de lo que sería una de las estaciones, ubicada en calle Muzquiz y bulevar Constitución.
"Nunca me imaginé que se hubiera caído el techo, tembló como en la Ciudad de México; mi casa tembló, inclusive se cuarteó y ahora voy a tener que mandarlaa arreglar", dijo Juan Espinoza, vecino de la colonia El Arenal, de Torreón.
Las grietas en algunas casas, como en la de Juan Espinoza, son recientes, mientras que otras han estado presentes durante varios años, ya que comenzaron a aparecer con la construcción de la estación.
"Se cuartearon porque el movimiento de las máquinas de esa mano de chango empezó a moverse, pero vinieron (empleados de la administración estatal) dos, tres veces, que nos iban a ayudar a arreglar las casas y nada", dijo otro de los vecinos de nombre Juan.
No obstante, lo que antes era una plaza con el emblemático monumento del Torreón, símbolo de la ciudad que daba la bienvenida y despedía a los visitantes, ahora se ha transformado en un tiradero de basura y un punto de fuga de agua. Por si fuera poco, servicios como el drenaje y el agua potable se han visto afectados por las obras.
"Esa obra como dicen es un elefante blanco, sirvió como puro basurero desgraciadamente es a la entrada de torreón, que vienen turistas, vienen gente de otras partes y ven el muladar el cochinero que de eso sirvió nada más", Gerardo Aguilar, vecino de la colonia 5 de Mayo, de la colonia El Arenal.
Todo esto ocurre sin que las autoridades ofrezcan una solución a la ciudadanía, que continúa padeciendo las consecuencias de una obra que, según los más afectados, se ha convertido en un símbolo de la corrupción.