Ubicada sobre la calle Allende, hace 50 años Ignacio García Guzmán, fundó la peletería con más tradición en el centro de la ciudad. Uno de sus hermanos le enseñó a elaborar estos productos helados con ingredientes 100 por ciento naturales y para él esto ha significado toda una vida de trabajo.
"Ha sido mi vida aquí, de aquí hemos sacado para sostener a toda nuestra familia, darles educación mandar a nuestros hijos a la escuela, a la universidad y a todo y de aquí ha salido para todo".
Hoy, su hijo José Luis García Plasencia, continua con el legado familiar, en la fábrica en dónde se elaboran entre mil y mil 500 paletas por día y labores comienzan a las 07:00 de la mañana.
" El proceso va de paleta de agua y paleta de leche que fabricamos aquí. Paleta de agua es prácticamente agua natural purificada con frutas de diferentes frutas y el hecho es limpieza y quitar casacaras, sacar la pulpa, en este caso molerla o bien hay algunas frutas que se cosen/ la paleta de leche básica y una de crema, lo que es la de leche básica utilizamos la leche bronca y una leche especial que nos venden proveedores de fuera que se le conoce como base de helado o mezcla ya y nosotros hacemos la combinación de esos dos preguntas y sacamos una paleta suave".
Las mezclas se preparan a base de pulpa de frutas y también contienen un toque de azúcar lo que le da la consistencia, suavidad y sabor, después se pasan a moldes y finalmente entran a etapa de congelación.
"Para empapillar se le llama es es el detalle esperar el tiempo de que se cuaje completamente para poderlo sacar del molde todo es trabajo manual, prácticamente es un trabajo artesanal".
Par José Luis, este negocio representa una labor social ya que le da la oportunidad los adultos mayores de emplearse y ganarse unos cuantos pesos extras.
"Aquí tenemos carritos que nos piden prestados y se los proporcionamos como un préstamos con una cuenta mínima para que ellos saquen sus día, más bien le prestamos el carrito para que lo cuiden y ellos hagan sus ventas".
El cliente principal son los niños, aunque los adultos también disfrutan de los más de 15 sabores en agua o leche. Al paso de los años se siguen colocando en la preferencia de los colimenses.