A la señal del rojo, Andrés entra en escena

A la señal de la luz en rojo, Andrés Arturo Carrillo entra en escena, comienza girando el balón, lo coloca sobre la sombrilla y luego lanza las clavas al ritmo de la música que lleva en su imaginación.

"Más que nada la moneda pues, la satisfacción de la gente, mi escenario es la gente, yo veo todo bonito cuando me sonríen, más que una moneda eso es suficiente y lo demás es una retribución".

Fue hace 16 años cuando decidió dedicarse a esta labor que dice, lo llena de orgullo y satisfacción, fue a través de cursos que se enseñó a realizar distintos malabares.

"Viajar es los que más me impulsó y motivó a hacer esto del arte que es el malabar urbano y callejero y pues fue parte que me abrió muchas puertas/en toda la república sin presumir ni nada, pero la mayoría de México, porque también es una inversión".

Originario de León Guanajuato, hace cinco meses decidió mudarse a Colima junto con su perrito "El Güero", en donde además de visitar a su familia, desempeña esta labor. Aunque la entidad le gustó para vivir, su naturaleza es viajar y seguir aprendiendo de cada lugar a donde vaya.