La señora Estela Ruiz Barajas tiene casi 40 años participando en la Feria de Colima con la venta de hot dogs, hamburguesas, salchipulpos y papas fritas. Aunque no recuerda la fecha, señala que cada año ha instalado su puesto después de que el máximo festejo se trasladó del centro de la capital a los terrenos actuales.
"Tenía ya dos años la feria aquí cuando yo entré, que nos dejaban poner afuera, pero ya después nos dijeron que teníamos que comprar lugar y, pues, ya agarré lugar pero ahora pues desgraciadamente no digamos que está mal, pues tampoco no está bueno"
Comparte que gran parte de su vida la ha dedicado al comercio junto a su esposo, y ahora se siente orgullosa de que hasta sus nietos la acompañen en la venta.
"Me siento contenta, a veces ya digo, ya quiero tirar la toalla pero digo no voy a seguir hasta que Dios me de licencia, ya si mis hijos quieren seguir pero como son profesionales dicen ellos, nada más nosotros, sí; viene y me ayudan, mis nietos, mis hijos, mis yernos vienen y me ayudan"
Para Doña Estela, la feria de Colima siempre es diferente, y como comerciante resalta que hay días buenos y malos, sin embargo considera sentirse agradecida porque a través de esta actividad ha sacado adelante a toda su familia.
"Ando ahorita queriendo poner un foco ahí en ese árbol porque la gente mayor pasa y no pasan y mejor se van por allá porque está oscuro y pues siempre sí le hace falta más alumbrado para tener más seguridad"