Desde temprana hora, Esperanza y sus compañeras comienzan la preparación de los alimentos para que a partir de las 2 de la tarde se suba la cortina y comience la atención de clientes. Ya son 35 años de satisfacer el paladar de miles de personas que han acudido a la Cenaduría Rosario.
"Pos aquí ofrecemos pozole, tostadas, sopitos, enchiladas, tamales, tamales de carne, de pollo, de ceniza, de rajas y blancos y atole".
Este negocio típico de la zona conurbada fue fundado por la señora Consuelo Hernández Ávalos en 1987 y lleva el nombre de Rosario en honor a su hija.
"Vino Cepillín, vino este Teo González, aquí estuvo, varia gante de otros lugares me tocó ver que han venido aquí. ¿Qué opinaron de la comida? No pues muy sabroso y que nunca habían comido un pozole tan sabroso".
En un cazo al fuego, con gran experiencia y fuerza, Esperanza mezcla la masa y manteca de puerco para los tamales. Señala que en un día normal se preparan hasta 200 así como 15 kilos de pozole, que es lo que más busca la clientela.
"Porque hay una tostada que es especial y esa también la buscan mucho, que lleva el todo lo que es, de pata, oreja, trompa, cuerito, lomo, costilla, es una tostada muy servida, esa también es muy buscada, igual que el sope gordo, que las enchiladas".
La señora Esperanza lleva trabajado 8 años en esta cenaduría y reconoce que estos negocios son representativos de la entidad, pues en ellos que conserva una tradición que da identidad a los colimenses.
"Sí son muy representables, son muy, cómo le diré, son muy buscadas, y más por el pozole, porque pos quién no lo, quién no lo come, verdad".