Comerciante, un oficio de orgullo: Rogelio Alvarado

Entre colores, sabores y diferentes texturas así fue como creció Rogelio Alvarado de la Cruz, quien se siente orgulloso de ser comerciante ya que representa toda una vida de trabajo y el poder continuar con un legado familiar.

"Venimos de una familia que casi todo el mundo es tianguista todos hemos nacido en este comercio desde chicos, prácticamente aquí hemos vivido siempre / amo mucho mi trabajo aparte que de ahí vivo".

Sobre ruedas e instalándose por distintos tianguis de la ciudad es que Rogelio recuerda parte de su adolescencia y juventud , y aunque describe que ese ritmo de vida suele ser cansado y complicado también ha llenado su vida de buenas experiencias.

"Desde Chiquillos nos traía mi papá ahí vendiendo verdura/ estaba en todos los tianguis Parque Hidalgo, Villa de álvarez, Guadalajarita, el moralete y la mayoría de los tianguis/ es muy buena pero sucede de que hay que echarle muchas ganas y mucho trabajo pero de que digas es un buen jala no lo es porque es muy cansado, de repente tienes bueno beneficios y luego no, lo bueno de todo es que no somo empleados de nada".

"Yo aquí trabajé hace muchos años de aquel lado de los arcos vendiendo puros pepinos sólo que ya vi aquí el movimiento pensé y dije aquí está bueno para ponerme, sí le batallé porque estamos en un lugar público... le batallé para que me autorizaron el permiso para trabajar aquí pero al final me dieron chance de trabajar bien aquí ".

Su esposa e hijas también colaboran en este negocio que comenzó hace ocho meses pero que les ha dado buenos resultados.

"De aquí sale para sobrevivir y mantener a mi familia y todo sacamos de aquí / por lo pronto aquí vamos estar mientras no me retiren que llegue el gobierno y me diga que va a construir o que va a ser algo pero en un futuro si pienso rentar un local o volver a los tianguis".