Comparte cómo los videojuegos estaban afectando su vida

Juan Manuel Brizuela Castillo, es un joven de 21 años de edad, quien compartió a Meganoticias cómo los videojuegos le estaban afectando en su vida diaria a pesar de que estos eran su sustento económico.

"Desde chico me han gustado los videojuegos, cuando mi mamá me compró un envoy fue cuando empecé a incursionar en esto, lo hacía como un pasatiempo y para olvidarme de la escuela, con el tiempo más que un pasatiempo empezó a convertirse en algo que me servía para vivir, llegué a una etapa en que era una adicción para salirme de mis responsabilidades".

Pronto le ofrecieron trabajo y fue así como el vicio por los videojuegos iba en aumento.

"Cuando comencé a crecer me di cuenta de que era bastante bueno y empecé a competir en torneos, en esos hay torneos que están interesados en jugadores que los representen para llevarlos a participar a diferentes partes del país e incluso fuera, entonces comencé a trabajar para una organización muy popular en México me dedicaba a jugar seis horas por día y los fines de semana me iba a competir en torneos que duraban 8 horas y comencé a ganar dinero a partir de eso".

El joven comprendió que el exceso de videojuegos le estaba afectando en su salud física y mental, por ello, es que tuvo que decidir entre los videojuegos o un trabajo estable, pues llegó el momento en que le dedicó hasta 48 horas ininterrumpidas, olvidándose de comer, ir al baño, dormir y cumplir con sus responsabilidades cotidianas.

"Después de esa sesión de 48 horas me desmayé y fue cuando dije no puedo estarme deteriorando tanto solo por un vicio que no me está trayendo nada/dije le estoy invirtiendo demasiado tiempo a esto, me pagan bien pero lo hago por hobbie no quiero vivir de esto quiero vivir de programador y lo voy a empezar a un lado, fue bueno vivir la experiencia pero hasta aquí continúo con mi vida profesional que es la que sí me da oportunidad de seguir creciendo".

Hoy, Brizuela Castillo colabora con una de las mejores empresas de software en Colima y su meta es continuar creciendo en este ámbito que realmente le apasiona, sigue utilizando los videojuegos pero máximo una hora al día, es decir, solo para desestresarse.