En las costas colimenses, específicamente en la Laguna de Cuyutlán, que se ubica entre Armería y Manzanillo se tiene una herencia prehispánica para extraer la sal natural del mar.
En 1996 fue creado el Museo Comunitario de la Sal en las instalaciones de una antigua bodega, en la localidad de Cuyutlán, en donde se pueden apreciar de forma didáctica diversas maquetas con su temática dedicada al producto salinero mineral.
A través de su proceso de secado al sol este producto es considerado 100% orgánico.
En el año 2020 la zafra de sal alcanzó las 40 mil toneladas, mientras que en el año 2021 fue un total de 48 mil toneladas, superando la cifra anterior; en el 2022 fueron 42 mil toneladas, el periodo de producción arranca en el mes de marzo y culmina a mediados de junio.
La mayoría de las familias productoras, que son aproximadamente 200, son provenientes de comunidades como Los Reyes, Santa Rita, Nuevo Cuyutlán y San Buenaventura, la sal es exportada principalmente para el mercado nacional.