A casi tres años del paso del huracán Patricia categoria 5 por las costas de Colima, la enramada "La Capacha" de doña Rosa Avalos Santos fue una de la más afectadas de la playa El Paraíso, en Armería, pues la potente fuerza de la naturaleza prácticamente terminó con su patrimonio, que con mucho esfuerzo y sacrificio ella y su familia levantaron hace 39 años. En su momento el presidente de la República se comprometió a brindarle apoyo, sin embargo esa ayuda nunca llegó.
"Toda mi vida he estado allí, es el patrimonio de mis hijos, los que me quedan, y lo cuido mucho porque ahí trabajo, de ahí cómo y de ahí sacó para todo lo que se ocupa/ sí, sí nos prometieron que iban a cambiar el paraíso el Peña Nieto y dijo que a todos nos iba hacer cocinas y que no iba a acomodar bien todo por que nos dejó en la calle y hasta ahorita nunca nos hicieron nada de eso, lo que sí nos ofrecieron un préstamo del Gobierno Federal pero lo estamos pagando y eso no es ayuda porque lo estamos pagando".
Cada que inicia la temporada de huracanes o ciclones el miedo y la incertidumbre se apoderan de doña Rosa ya que recuperarse de los daños le lleva 5 meses aproximadamente en los que a duras penas pueden salir adelante. Hoy nuevamente su negocio se ve afectado por la reciente presencia del huracán "bud", que a su paso provocó oleaje elevado que se llevó parte de su inmobiliario, techo, y cocina.
"Cada que hay un huracán o ciclón así como ahorita así me deja, me tumba todo y volvemos a levantarnos, ¿Cómo le hace para salir adelante?, la maderita que hay tirada que deja el mar tirada la juntamos o compramos o hay amigos que nos estiman y nos regalan madera y volvemos a levantarnos / va a pasar los mismo van a venir a ofrecernos otro préstamos para endrogarnos más en vez de decirle le vamos ayudar, yo no digo si no nos apoyan con dinero que nos apoyen con madera, con palapa o con clavos".
Considera que la poca o mucha ayuda que ha llegado al Paraíso se ha concentrado en las enramadas ubicadas en la calle principal, mientras que a ella y a su vecinos las autoridades les han prestado poca atención.
"Para acá cual gente usted ve y para allá, yo no he ido para allá pero yo le aseguro que hay más gente y movimientos y todo que acá, y también acá vemos que nos están dando en la torre".
Por lo pronto doña Rosa comenzará con la limpieza de lo que fue su enramada y con la ayuda de su esposo e hijos volverá a levantar su negocio para que los turistas disfruten de los platillos típicos de la región y pasen un rato agradable con la familia.