De acuerdo con el investigador en Ciencias Biomédicas de la Universidad de Colima, Valery Melnikov, en el estado la enfermedad conocida como el mal de chagas no es un padecimiento de pobres y afecta a las colonias que se encuentran en la periferia de las zonas urbanas y los municipios cañeros que es un donde prolifera la chinche hocicona que al picar transmite un parásito que defeca en la piel de la persona y esta al rascarse permite que se introduzca al organismo generando problemas de salud.
"Solamente el 25 por ciento de las personas que se infectaron con chagas llegan a desarrollar fase crónica, los otros 75 mueren de otras cosas y viven toda su vida normal, pero los 25 que logran desarrollar cardiopatía chagacica tiene una calidad de vida pobre, porque tiene insuficiencia cardiaca, no pueden dormir y se le junta agua en los pulmones como dicen aquí, estas personas no pueden respirar bien, caminar bien, es muy pobre la calidad de vida".
La chinche hocicona puede llegar a las viviendas a través de animales silvestres, una vez que picó al individuo, el parásito se puede detectar por estudios sanguíneos, provoca síntomas como temperatura, hinchazón en un ojo y tumoraciones que duran de 7 a 30 días, y puede llevar a la muerte a niños pequeños, ancianos y personas con VIH, pero si se detecta a tiempo el medicamento tiene 98 por ciento de efectividad, de lo contrario el problema se vuelve crónico sin reacciones aparentes, pero en 20 años puede presentar consecuencias y provocar enfermedades cardiacas.
"Tiene una prevalencia por corazón y por eso afecta mayormente el corazón también puede afectar intestino, puede afectar vasos sanguíneos, bronquios pulmón y las principales patologías con el ser humanos esta relacionados con corazón tubo digestivo y nosotros aquí descubrimos afectación de pulmón y bronquios por este parásito".
