El vitìligo es una condición física: Gaby

 "Yo lo veo ya más que nada como mi condición de vida o física con la que he aprendido a vivir y he aprendido a sobrellevarlo pero como tal sabemos que es una enfermedad".

Estas son las palabras de Martha Gabriela Puente Carrillo, una mujer que ha tenido que ser fuerte y enfrentar el "vitíligo" una enfermedad metodológica que no se cura.

 "Yo empecé a los 18 con una pequeña manchita, no le dimos importancia, mi mamá me dijo vamos a ver quizá es por tu alimentación porque comes más no comes lo que deberías estar comiento, empecé con una manchita, luego dos, lo dejamos pasar, el proceso fue muy lento realmente durante un año, al segundo año, las manchas fueron más grandes".

La joven comenta que al principio decidió tratarse con productos naturales, sin embargo, al no ver resultados, acudió a la medicina alópata, pero refiere que el tratamiento para esta enfermedad es muy costoso y no le dio muy buenos resultados. Finalmente, acudió con un médico especialista en Guadalajara que al parecer sí daría resultados, pero al ver que el avance era muy lento prefirió desistir.

 "Empecé a tener evolución en mis manos empecé a tener pigmentos de piel pero después por tiempo y excusas lo dejé, no vi progreso rápido y lo dejé, es mucho tiempo y dinero el que estoy invirtiendo y no, porqué, no es mi prioridad porque me siento agusto realmente".

Durante este tiempo, lo más difícil fue lidiar con las miradas de morbo y en ocasiones malos comentarios que surgen a través de redes sociales o de personas ajenas.

 "Las miradas a veces son muy insistentes, otras incómodas, no todas son de quiero informarme o tengo un familiar con la misma enfermedad, y a lo mejor te quiero preguntar pero no me atrevo/puede ser incómodo pero puedo decir que no hay respeto y es como que el morbo".

Hoy, tras varios años de vivir con esta enfermedad, Gaby se siente contenta porque después de varios tratamientos, entre ellos, psicológicos, entendió que solo se trata de una situación física, y aunque debe tener ciertos cuidados como no exponerse al sol, ha aprendido a quererse como es y no permitir que nada ni nadie la haga sentir mal.

 "He aprendido a aceptarme obvio todo es a base de  terapias, doctores, psicólogo, platicarlo, sacarlo, decirlo, estar relajado es básico, para que la enfermedad no se salga de control".