Las obras artísticas que se ubican en la intemperie se van deteriorando por el smog, suciedad, plagas, la lluvia ácida, las variaciones a lo largo del día de la humedad y la temperatura, pero son de importancia histórica y cultural, además que es necesario tener imágenes amables mientras las y los colimenses transitan por la ciudad.
La restauradora Wendolyne Hernández Corona explica: "Si yo como artista estoy haciendo una obra para que esté a la intemperie creo que tendría que tener el conocimiento muy puntual de que esa obra se va a ir deteriorando sí o sí".
Lo que sí es importante es que se debe tener una especial capacitación y profesionalización para el cuidado de las obras y esculturas, además considerar de que cuando ya existe un daño presente dar paso a la restauración.
"Colima es un ambiente no muy propicio para las obras de arte, sobre todo las de metal, y pues sí hay varias piezas por toda la ciudad que requerirían una restauración".
Un ejemplo, en el complejo de Casa de la Cultura hay una pieza en homenaje a Juan Carlos Reyes respecto a su obra de colimotismos que ha tenido una corrosión por estar en contacto continuo con el agua.
"Y sí está dañada la pieza, y ahí intervienen varios factores, una es que no hay capacitación del personal de la ahora Subsecretaría de Cultura para evitar por ejemplo el riego al lado de la pieza".
Recordó que otra escultura que se tiene que estudiar es "La Paloma" de Juan Soriano, pues ha tenido una corrosión extraña.