Reconocen problemas en materia de salud
Al comparecer ante diputados locales para ampliar el Tercer Informe de Labores, el titular de la Secretaría de Salud, Miguel Becerra Hernández, explicó que tienen un 10 por ciento de desabasto de medicamentos, pero hace unos años alcanzó el 60 por ciento, reconoció que en todos lados quisieran tener un centro de salud, un médico y una enfermera, pero no tienen dinero para eso.
También aceptó que hay comunidades rurales en donde no tienen médicos pasantes porque han recibido amenazas y con relación al Hospital Regional de Colima confirmó que no sirve el tomógrafo, ésto como lo ha denunciado la población.
"No funciona así de claro y cuando se requiere de esto por supuesto que lo subrogamos, pero también debo de decirles que ya está autorizado un tomógrafo de 64 cortes para Colima y a corto plazo lo estaremos instalando en el Hospital Regional algo que es una necesidad, porque hay problemas en estas áreas porque hay muchos equipos obsoletos, también lo digo claro si no tenemos un buen diagnóstico no podemos tratar a la población".
De las presuntas irregularidades detectadas en la compra de medicamentos, el responsable del sector salud confirmó que siguen un el proceso legal en el que está involucrado el gobierno anterior, el laboratorio Nadro y el entonces secretario de Salud, Agustín Lara Esqueda.
Cuestionado por el diputado del PAN, Fernando Antero Valle, negó que estén favoreciendo con la proveeduría de alimentos a una empresa originaria de Tlaxcala, que fue sancionada por la Auditoría Superior de la Federación.
"Porque de otra forma mi personal habría incurrido en situaciones inadecuadas, de ahí todos los expedientes tienen que estar a la vista, porque son públicos porque aquí no podemos dispensar un centavo porque lo más preciado es la salud".
El legislador panistas precisó que espera que posteriormente, el titular de Salud les envíe un informe detallado del por qué se seleccionó a una empresa de Tlaxcala para la compra de alimentos, cuando eso se puede hacer en Colima y como comprobaron ante la Auditoría Superior de la Federación las plazas faltantes y una factura que no aparecen equivalentes a 1 millón 400 mil pesos.
