Con casi 40 años de venta en la esquina de las calles Madero y Medellín, en el Centro Histórico de Colima, las tradicionales nieves de garrafa Lloren Niños han tenido que incursionar en los medios electrónicos y las redes sociales para mejorar sus ventas, pues igual que muchos negocios han resultado afectados por la contingencia del Covid-19, que los obligó a cerrar por más de dos meses. Hoy en día ya han reanudado actividades, pero las ventas no son las mismas.
José Efraín Quintero Rodríguez, quien está al frente de este negocio, menciona que su actividad comercial bajó considerablemente debido a que ha disminuido el número de personas que transitan por el centro de la ciudad, por ello han tenido que experimentar nuevas formas para comercializar su producto.
"Pues por fecebook, más que nada, este, por los contactos que tenemos también de whatsapp y eso, pero básicamente es eso, eda, por el fecebook. ¿Cómo ha resultado esta nueva estrategia? Pues, bien, o sea, en comparación de que antes no veíamos nada de eso porque a lo mejor no lo necesitábamos o no sé, pero ahorita, pues, sí ha resultado de utilidad".
Admite que porcentaje no es el mismo, pero también acepta que las redes funcionan y son una alternativa para recuperarse económicamente.
"Pues es variable, hay días que de plano no agarramos nada, hay días que nos llegan unos seis, siete, hasta 10 pedidos, pero pues es como todo, eda, días buenos y días malos".
Después de tantos años, Efraín Quintero está consciente que los helados de garrafa creados por su padre Roberto Arias de la Cruz, tienen una buena aceptación entre la sociedad colimense, principalmente por el nombre que los identifica.
"Pues según dice mi papá que como andaba por las calles, necesitaba algo para identificarse, la marca como quién dice, y fue cuando empezó a, pasaba vendiendo y muchos niños salían y lloraban porque nos les compraban o algo así, ya después empezó a agarrar de ahí lloren niños pa que te compren tu nieve y empezó el grito de Lloren, lloren niños y se quedó".
Para finalizar, Efraín reconoció que sus proveedores también están resultando afectados por esta contingencia, pues de producir hasta 50 litros de helado por día, actualmente sólo están alcanzando una producción de 15 a 30 litros diarios, que representa una menor compra de insumos.