Sequía seca presa en el norte de México
La sequía en el estado de Chihuahua ha alcanzado niveles alarmantes, afectando gravemente a las comunidades locales, en especial al poblado de San Lorenzo en el municipio de San Buenaventura.
La situación más crítica se refleja en la presa Las Lajas, que históricamente ha sido un recurso vital para la agricultura y la pesca en la región. Esta presa, con una capacidad de más de 80 millones de metros cúbicos, se ha secado en un 98%, dejando a los pescadores y agricultores de la zona en una situación desesperada. Este es el tercer gran cuerpo de agua que se seca en Chihuahua en los últimos meses, generando gran preocupación entre los residentes y las autoridades.
A pesar de que en otras partes de México la temporada de lluvias ha sido superior a la media, Chihuahua, el estado más grande del país, sigue enfrentando una sequía severa. Según el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), toda la entidad presenta algún grado de sequía, desde moderada hasta excepcional. La situación es tan crítica que se ha observado la mortandad de peces en la superficie de la presa Las Lajas, y algunos ganaderos han reportado la aparición de ganado muerto en sus tierras, animales que no han podido soportar la falta de agua y pasto.
Los residentes, como el pescador Alfredo González, expresan su frustración por la falta de lluvias en la región, a pesar de las nubes que parecen prometer agua. Demetrio Beltrán, otro pescador del poblado de San Lorenzo, también compartió su preocupación al señalar que nunca antes la presa se había vaciado completamente, lo que ha afectado gravemente su capacidad para trabajar. José Alfredo Jiménez, comisario de Policía del Ejido de San Lorenzo, mencionó que la situación es especialmente preocupante para las familias que dependen de la pesca, ya que la mortandad de peces podría afectar tanto la seguridad alimentaria como la economía local.
Las autoridades locales han declarado la situación como crítica y están buscando alternativas para apoyar a los sectores afectados. Sin embargo, los habitantes consideran que la respuesta ha sido lenta y temen que los efectos de la sequía puedan extenderse más allá de esta temporada.
La preocupación aumenta, especialmente porque desde junio otros cuerpos de agua, como la Laguna de Bustillos y la laguna Fierro, también han sufrido reducciones drásticas en sus niveles de agua. En este contexto, la sequía prolongada en Chihuahua amenaza con dejar secuelas duraderas en la economía y el sustento de las comunidades locales.
