Todos los martes lleva cena al HRU
Cada martes desde muy temprano, doña Libier Zavalza alista sus cosas y prepara la comida que llevará como cena a los familiares de los pacientes internados en el Hospital Regional Universitario. Está labor altruista la realiza junto a otras dos personas desde hace dos años.
"Más que nada porque se la necesidad que hay yo también estuve en el hospital tuve a mi mamá internada entonces me vi también en la necesidad de arrimarme a que me dieran un taco ahí entonces de ahí nació mi inquietud yo también algún día hacer esto".
La vocación es la pieza clave para realizar estas acciones, aunque también se requiere de solicitar donaciones económicas o en especie, ahí es en donde entran la voluntad de las personas que desinteresadamente aportan su granito de arena para que doña libier cumpla con tan noble labor.
"La tortillería me regala ocho kilos de tortilla, la señora de la tienda me fía el desechable, la panadería me regala pan y así ando pidiendo a las personas, a la carnicería le pido apoyo / inclusive las invito que vayan para que nos ayuden si no tiempo de preparar los alimentos a ir ahí a repartir los alimentos, se siento muy bonito la mera verda".
El menú es variado y hecho con mucho cariño. En la explanada del hospital nunca falta el sabor de un pan y el vaso de un buen café o canela caliente.
"Nosotros llegamos como a las ocho y nos retiramos como a las 10 o 10:30 hasta que terminamos todo ,no nos venimos si nos queda algo no nos venimos hasta que todo se termina/ mucha gente ya nos ubica y es muy bonito porque muchos nos dan bendiciones y nos agradecen y eso es bonito para uno se siente bien".
En el tiempo que ha prestado este servicio de manera voluntaria ha vivido un sin fin de experiencia pero hay una en particular que le tocó el corazón, por ello continuará realizando esta labor ya que considera que la mejor recompensa es la sonrisa y la gratitud de quienes reciben el alimento.
"Una vez venía una muchacha de la sierra de Nayarit y le dimos sus taquitos y se los comía con aquella ansía pues tenía mucha hambre decía que tenía día y medio que no comía nada, volvió a pedir y se los comía con aquella desesperación y ya acabó y ya nos quería besar la mano/ yo les diría a las personas que gusten apoyarnos o que se quieran unir a este proyecto que con gusto los esperamos y que vean que todo tiene una recompensa y es por el bien de lo s que menos tienen".
