El gobierno ucraniano advirtió hoy de que "ningún país del mundo" reconocerá el resultado de un referéndum como el que pretenden llevar a cabo en la autoproclamada república separatista de Lugansk ya que, según Kiev, sería "ilegal".
"Ningún país del mundo reconocerá el cambio por la fuerza de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania", afirmó en su cuenta de Facebook un portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano.
Kiev sostiene que una consulta de estas características sería "ilegal" y que, de llevarla adelante, Rusia afrontaría una "respuesta internacional" más contundente que las sanciones y que "profundizaría" en su aislamiento.
La reacción de Exteriores sigue a las declaraciones del líder de Lugansk, Leonid Paschenik, quien dijo que en un "futuro próximo" puede celebrarse un referéndum sobre la integración de este territorio prorruso a Rusia, según recoge la agencia oficial rusa TASS.
"Creo que en el futuro próximo se celebrará un referéndum en el territorio de la república, en el que las personas ejercerán su derecho constitucional absoluto y expresarán su opinión sobre si quieren unirse a la Federación Rusa", dijo a la prensa.
El presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció el 21 de febrero la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk.
Tres días después lanzó una ofensiva militar para "desnazificar" y "desmilitarizar" Ucrania y con el argumento de que el Ejército ucraniano comete un "genocidio" de la población prorrusa en el Donbás.
En las negociaciones que se llevan a cabo entre Rusia y Ucrania para un alto el fuego, el Kremlin exige el reconocimiento de la independencia de Lugansk y Donetsk y de la pertenencia de la península ucraniana de Crimea a Rusia.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido en que la integridad territorial de su país es innegociable y exige la devolución de Crimea y el Donbás ocupado.