Una década deleitando a sus clientes con ponche de mezcal

Con la intención de mejorar la economía familiar, Edgar Ceja Gómez, originario de Comala, Pueblo Mágico de Colima, comenzó con la elaboración de diversos productos a base de tamarindo, con el tiempo y a petición de sus clientes, emigró a la preparación de ponche de diversos sabores, sin imaginar que a una década de aquel momento, esta sería su principal fuente de ingreso.

"Después de aperturar los productos de tamarindo y sobre la marcha la gente me fue pidiendo diversos productos hasta que llegaron al punto del ponche el primero que hice fue de tamarindo y de ahí me pidieron más sabores y luego me pidieron de leche y se fue incrementando la gama de productos".

En 2017 a Ceja Gómez se le ocurrió agregarles mezcal a los ponches, ingrediente que se ha convertido en el principal atractivo para que la gente decida consumir esta refrescante bebida.

Reconoce que la producción de ponche es un trabajo arduo cuando no se cuenta con la maquinaria y herramienta necesaria, por lo que todo tiene que elaborarse de forma artesanal, desde la calidad de los frutos, hasta el envasado y etiquetado, garantizando en todo momento la calidad del producto.

No obstante, considera que esta actividad que le apasiona, es lo mejor que le ha pasado en los últimos años.

"Lo más bello que me ha pasado y que me mantiene con vida y que me motiva es cuando la gente cata mis bebidas y mis productos y la gente, ¡ay señor que me encantó y lo mandé a no sé dónde, que lo mandé a Francia, que lo mandé a Estados Unidos, que lo mandé a Canadá!, andan mis ponches por todo el mundo".

Cada año, Edgar busca innovar con sabores nuevos de ponches, entre los que ya ha creado se encuentran; maracuyá, rojo pasión, verde fresco, granada, tamarindo, coco, café, cacahuate, y nuez con cajeta, mientras que en temporada agrega los sabores de pistacho y macadamia.