El fin es verse bien y sentirse mejor, opinan muchas de las personas que se someten a cirugías estéticas en la actualidad, es el caso de Rosita, una adolescente de 16 años quien ya ha sido paciente de un cirujano para arreglarse los glúteos y el abdomen,
"Yo veía a las demás chicas que tenían un buen cuerpo y yo dije yo quisiera estar así"
Rosita en todo momento tuvo el apoyo de su mamá aunque no todo el agrado de su papá para ello, sin embargo como el cirujano es amigo de la familia su experiencia no fue desagradable, y lo hizo tras seguir unas sencillas recomendaciones.
"Primero tuve que subir de peso y después me extrajeron grasa de mi panza y me la pusieron/y de reposo tuve un mes tuve que utilizar una faja para que la grasa se pegara a mí, la que me había quitado, para que mi piel no se cayera o algo así, tuve que utilizar una faja".
Orgullosa de su imagen actual Rosita dice que el médico le explicó que no tiene riesgos, ni consecuencias su intervención, pues solo fue parte de la grasa de su cuerpo y respecto a si se sometería nuevamente a un tratamiento después de unos años, menciona que tal vez a una rinoplastia, para mejorar su nariz, pero nada más, porque está consciente que una cirugía no la hace una mejor o peor persona, ni estar bien o mal, eso lo decides tú.