Este domingo 12 de diciembre, miles de creyentes acudieron a la tradicional visita a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, mejor conocida como la Lomita, sin embargo, la mayoría de ellos con gran descontento ya que, aseguran, no hubo buena organización y no se cumplió con los protocolos sanitarios, principalmente en los accesos al templo.
En la idea de controlar el aforo al interior de la iglesia, se montó un operativo para regular el ingreso de personas, colocando a policías municipales y elementos de la guardia nacional en cada una de las puertas, y destinando un función específica para cada una de ellas.
La puerta de la escalera al pie de La Lomita sirviendo como entrada, la puerta de atrás en la parte superior como entrada para adultos mayores o personas con discapacidad, y la puerta lateral en la parte de arriba como salida.
Con este sistema se cuidó que en la iglesia estuviera reducido el número de personas y que se pudiera cuidar la sana distancia, sin embargo en la puerta se concentraban decenas de personas, entre ellas muchos menores, que entre empujones buscaban entrar ya que la puerta se abría cada media hora y se permitía pasar a un número limitado de personas.
Esta situación causó molestia entre los feligreses que intentaban llegar al altar a dejar sus ofrendas y cumplir sus mandas.
Reprochaban a las autoridades por limitarles al acceso, sobre todo cuando ahí afuera era imposible mantener la sana distancia, y cuando otras actividades no son reguladas.
A pesar de estas quejas, de que entre los empujones y gritos hubo incluso personas lesionadas, las autoridades reportan que hubo un operativo exitoso.