La incertidumbre golpea al campo de Durango tras los retrasos en el pago a más de 1,100 productores de frijol que ya entregaron su cosecha a SEGALMEX. Según datos oficiales, el adeudo asciende a más de 200 millones de pesos por un volumen de más de 800 toneladas recolectadas.
El conflicto inició el pasado 19 de noviembre, cuando SEGALMEX suspendió los pagos, a pesar de continuar acopiando la leguminosa. Esto generó frustración entre los productores, quienes señalan que el retraso afecta directamente su economía. Por normativa, los pagos debían efectuarse tres días después de la entrega, pero la falta de documentación para generar las órdenes de pago ha retrasado el proceso.
El gobernador del estado solicitó la intervención directa de Julio Berdegué Sacristán, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, para garantizar el cumplimiento de los pagos a los productores afectados. De acuerdo con las autoridades, ya se están procesando los pagos pendientes, aunque los nuevos entregantes deberán esperar la apertura de una nueva convocatoria.
Ante este panorama, las autoridades locales han pedido paciencia a los agricultores, alertándolos sobre los riesgos de vender su producto a intermediarios o "coyotes", quienes generalmente ofrecen precios muy por debajo del valor real del mercado. El recurso ya está disponible, por lo que aceptar el pago de los intermediarios en 19 o 20 pesos, haría que perdieran una importante cantidad, toda vez que el precio de garantía es de 27 pesos por kilo. Sin embargo, el descontento entre los productores sigue creciendo, pues muchos dependen de este ingreso para sostener a sus familias y preparar las próximas siembras.
El desajuste en los procesos administrativos de SEGALMEX se derivó de cambios en la estructura de la dependencia, y pone en jaque la confianza de los agricultores en las instituciones encargadas de regular el mercado. La presión ejercida por los productores y el gobierno estatal será clave para agilizar los pagos y evitar que esta situación deteriore aún más la economía de los pequeños agricultores de la región