Manuel Sánchez Gómez. Agencia EFE
El Atlético de Madrid le demostró al Manchester United que desde hace una década son mejores, que la grandeza no se mide en millones y que un equipo es más que un conjunto de individualidades. Con un cabezazo de Renan Lodi y una actuación de bloque, los del 'Cholo' eliminaron al United en Old Trafford y jugarán los cuartos de final de la Liga de Campeones (0-1). Antaño una sorpresa; ahora, la realidad.
El tanto de Lodi fue suficiente para desnudar las carencias de un equipo pobre, raquítico y que solo confía en Cristiano como medicina. Eso, ante un Atlético que compensa la falta de brillo con inteligencia, pelea y bloque, fue mortal. El United no fue grande en una noche propicia para ello, porque hace mucho que dejó de serlo.
Y eso que durante muchos minutos maniató al Atlético, incapaz de dar tres pases en el centro del campo, pero su dominio se topó con la cabeza de Jan Oblak cuando Anthony Elanga ya acariciaba el 1-0. Un pase horizontal de Bruno Fernandes que el sueco cazó a bocajarro. La sacó el esloveno sin saber cómo, pero la sacó.
El Atlético respondió con un disparo de larga distancia de Rodrigo de Paul. Una bala de francotirador a la escuadra para que David De Gea volara en el Teatro de los Sueños y dejara su huella.
El partido se igualó a ocasiones, con el dominio permanente del United y un Cristiano envalentonado, enchufado, crecido ante su gran rival, pero muy lejos del área. El portugués caía demasiado a banda, ofrecía muchos apoyos, pero no estaba donde se le necesitaba, en la posición del 'nueve'.
Y sin el colmillo de Cristiano, el United es inoperante arriba. Y atrás es una pantomima. Siempre. Independiente de quién juegue. Un solo descosido sirve para que la zaga entera se vaya al traste. Lo rozaron los de Simeone con un gol anulado a Joao Félix por fuera de juego de Marcos Llorente y lo consiguieron en cuanto volvieron al área.
Desdoble de Griezmann al lateral, centro al segundo palo y Lodi, libre de la marca de Diogo Dalot, remató sin oposición.
El Atlético tenía un premio enorme, pero no una sorpresa. Tocaba guardar la ventaja, abrochar un resultado mágico en Old Trafford. El equipo dio varios pasos atrás, que en otro momento podría haber sido signo de debilidad, pero ante este United era un arma más.
Si al United le cuesta de normal, contra un equipo encerrado es prácticamente imposible. Sus opciones arriba solo se reactivaron en jugadas aisladas. En una volea de Sancho muy arriba, en un cabezazo de Varane que sacó Oblak. El resto eran toques y toques sin peligro, hasta que llegó la muerte. Lenta y dolorosa. No hubo estocada, solo el pasar de los minutos y la desesperación de un equipo que hace mucho tiempo que quiere, pero no puede.
Será el Atlético el que esté en cuartos, en el sorteo de este viernes, porque fue mejor en el global de la eliminatoria y porque, desde hace muchos años, la sorpresa en estos encuentros es que el vencedor sea el 'Diablo Rojo'. Antaño, un grande; ahora, solo uno más