En la temporada decembrina se registra un aumento significativo en los casos de depresión y crisis emocionales, especialmente entre familias que han sufrido la pérdida de un ser querido o enfrentan dificultades económicas. Además, durante estas fechas también se reporta un incremento en conductas de autolesión, según explicó Giovanni Rosso, director del Instituto para el Desarrollo Humano y Valores.
Rosso destacó que estas situaciones suelen intensificarse debido a la carga emocional que acompaña las celebraciones de fin de año, donde la ausencia de familiares, el estrés financiero y las expectativas sociales pueden generar sentimientos de tristeza o ansiedad. Señaló que los adolescentes son particularmente vulnerables en esta época, y son ellos quienes más frecuentemente buscan ayuda profesional para manejar sus emociones.
El instituto cuenta con diversas herramientas y programas de prevención diseñados para atender estas crisis. Rosso subrayó la importancia de identificar señales de alerta en el entorno familiar, como aislamiento, cambios en el comportamiento o expresiones de desesperanza. También hizo un llamado a las familias para fomentar espacios de diálogo y apoyo emocional, esenciales para prevenir que estas situaciones se agraven.
Además, resaltó que es crucial que quienes atraviesan estas dificultades no duden en buscar ayuda profesional. Los servicios de atención psicológica pueden marcar una diferencia significativa, ofreciendo estrategias y apoyo para manejar las emociones y reducir los riesgos asociados con las crisis emocionales.
El mensaje es claro: durante estas fechas, la salud mental debe ser una prioridad. Buscar apoyo no solo beneficia a quien lo solicita, sino también fortalece las relaciones familiares en momentos de desafío emocional.