Ignacio Ortega, Agencia EFE
Bélgica, con un imparable Lukaku, autor de dos goles, superó este sábado sin despeinarse a una inofensiva Rusia (3-0), demostrando que le sobran armas para ganar la Eurocopa.
El equipo de Roberto Martínez fue una máquina sin fisuras. Con una disciplina casi militar y sin apenas florituras, los 'diablos rojos' dieron un golpe sobre la mesa.
Con un gol en cada parte, Lukaku demostró por qué es el terror de cualquier defensa. Eso sí, en la segunda parte los belgas se limitaron a dormir el partido con la mente puesta en rivales de mayor enjundia.
El partido estuvo a punto de ser aplazado debido al desvanecimiento de Christian Eriksen en el encuentro disputado poco antes en Copenhague entre Finlandia y Dinamarca, pero la UEFA decidió seguir adelante con la competición tras confirmarse la mejoría del estado del jugador danés.
Como era de esperar, el madridista Eden Hazard arrancó el partido en el banquillo. Eso se sumó a las bajas ya conocidas de Kevin de Bruyne y Axel Witsel, que ni siquiera viajaron a Rusia.