Buen Fin: ahorro o riesgo de endeudamiento.

El Buen Fin es uno de los eventos comerciales más esperados en Durango y en todo México, conocido por sus atractivas ofertas y descuentos. Sin embargo, detrás de la promesa de ahorro, se esconde un riesgo que afecta a muchos consumidores: el endeudamiento. Durante este evento, millones de personas se sienten tentadas por las rebajas, pero no siempre son conscientes de las repercusiones financieras que estas compras pueden generar a largo plazo.

Si bien el Buen Fin ofrece una oportunidad para adquirir productos a precios más bajos, también fomenta el consumo impulsivo. En muchos casos, los compradores no calculan el impacto que estas compras tendrán en su economía personal. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) han señalado que, durante el Buen Fin, el uso de tarjetas de crédito aumenta hasta un 25%, lo que provoca un crecimiento significativo del endeudamiento familiar. De hecho, los mexicanos acumulan, en promedio, hasta el 40% de su capacidad de pago mensual en deudas debido a este tipo de compras, lo que resulta en un gasto mayor al que inicialmente tenían planeado.

Este fenómeno resalta una realidad preocupante: aunque el Buen Fin se presenta como una oportunidad para ahorrar, muchos consumidores terminan pagando más de lo que esperaban ahorrar debido a las altas tasas de interés y los plazos de pago extendidos. Además, la inflación que afecta el poder adquisitivo de los duranguenses agrava la situación, reduciendo el impacto positivo de las promociones.

Otro aspecto relevante es el cambio en el perfil del consumidor. Si bien tradicionalmente se pensaba que las personas mayores eran las más propensas a gastar en estas fechas, estudios recientes indican que son las generaciones más jóvenes, como los millennials (27 a 42 años) y la Generación Z (18 a 26 años), quienes están dominando el mercado. Estos grupos no solo lideran en volumen de compras, sino que también están transformando el consumo, especialmente en el ámbito de la tecnología, lo que refleja una nueva actitud hacia el gasto y la adquisición de bienes.

En resumen, el Buen Fin puede ser una excelente oportunidad de compra si se maneja con cautela, pero también es crucial ser consciente de las implicaciones financieras a largo plazo.